¿No te has decidido a montar el Vida Salvaje por no saber qué hacer luego con él? Pues a continuación te propongo una forma de guardarlo que te permite poder montar y desmontarlo de una manera bastante rápida y eficiente, además de proporcionar la seguridad necesaria para que no se desarme dentro de la caja.

Como prólogo contar que el sistema se basa en hacer una especie de sándwich entre dos tablas de DM con las planchas del puzzle para luego atarlo todo con unas correas.

Lo primero que hay que conseguir es darle la estabilidad adecuada al bloque final, para esto debemos conseguir que las planchas descansen unas sobre otras sin que se queden piezas «en el aire», por lo que las planchas deben ser de un tamaño lo más igual posible y para ello se debe hacer un reparto lo más «simétrico» posible.

Hay que tener en cuenta el número de piezas que hay en las columnas y en las filas, que en nuestro caso está formado por 400 piezas en las columnas y 84 en las filas. En este puzzle las cremalleras nos van a ayudar porque servirán para guiar nuestra separación de la siguiente manera: en sentido horizontal (contado de izquierda a derecha) separaremos directamente éstas quedando 10 trozos de 40 piezas y en sentido vertical la división será haciendo 4 planchas de 17 piezas y una de 16 (contado desde arriba), quedando dividido de la siguiente manera:

Lo siguiente será hacer trozos de papel de 65 x 33 cm. Lo ideal es comprar rollos de papel continuo de 1 metro y así cortando cada 65 cm y luego dividiendo en tres partes su anchura salen los trozos en los que descansarán las planchas del puzzle.

El uso del papel de periódico es muy común pero a mi no me gusta porque en mi opinión es demasiado frágil y podemos tener algún accidente del que nos podemos lamentar.

Una vez que tenemos cortados los trozos les ponemos una nomenclatura para, en su caso, poder montar el puzzle con rapidez porque de esta manera sabemos qué parte tenemos de manera rápida. A cada columna les asigno una letra siguiendo el abecedario (A, B, C, D, E, F, G, etc.) y a las filas les pongo un número (1, 2, 3, 4, etc.) por lo que la plancha de arriba a la izquierda será la A1, la que le sigue a la derecha es la A2 y así sucesivamente.

Es importante que en cada trozo de papel pongamos la plancha centrada para guardar la estabilidad.

Cada trozo de papel con su plancha de puzzle correspondiente se va apilando sobre las demás teniendo especial cuidado en que, tanto la plancha como el trozo de papel, queden centrados para evitar que se desequilibre el conjunto.

Si tenemos la intención de volver a montar el puzzle yendo de izquierda a derecha habrá que apilar los papeles poniendo debajo del todo la columna J (estaba abajo el J5, encima el J4, luego el J3, etc.), luego la columna I (I5, I4, I3…), seguido de la H (H5, H4, H3…) y así sucesivamente hasta llegar a la capa A (A5, A4, A3, A2, A1) para que quede la plancha A1 disponible para reiniciar su montaje.

Si por el contrario queremos montarlo de derecha a izquierda pues debemos apilar las columnas en el orden A, B, C, D, etc. para que se quede en la parte superior la plancha J1 (esta es la forma en la que lo almacené la primera vez pues donde lo iba a exponer debía colocarlo de esta manera).

Para conseguir un bloque compacto debemos cortar dos trozos de papel continuo y disponerlos en forma de cruz para que las planchas ubicadas en su trozo de papel correspondiente descansen sobre ésta y poder envolver posteriormente la pila formada por las planchas.

Un paso importante que no hay que saltarse es acordarse de poner la base del sándwich de DM antes de empezar a apilar todos los trozos de papel. Las tapas de DM deben medir 33 x 70 cm para que se ajuste bien en la caja y no se mueva el bloque final; en cuanto al espesor decir que es suficiente con que sea de 3 mm.

El procedimiento para cerrar el paquete es tan sencillo como sujetar las «solapas» con las manos, primero cerraremos las solapas de los laterales, luego la de parte superior y por último la inferior.

Una vez que tenemos bien apretado el conjunto, procedemos a poner la tapa de DM con cuidado de que las solapas sigan haciendo la presión necesaria.

El siguiente paso sería cerrar las tres correas. En mi caso, para abaratar el proceso, las he fabricado con cinta de persiana y unos cierres que venden en cualquier mercería. También se pueden usar las correas que venden para atar las maletas pero esto sale mucho más caro. Una vez atadas las correas hay que apretarlas para que el conjunto se quede totalmente sólido y no se muevan las planchas del puzzle.

Lo siguiente es meter este paquete en la caja e introducir algún material (papel, espuma, porexpan, etc.) que haga de tope en los laterales y evite el desplazamiento del bloque. Gracias al despiece  y embalaje realizado, el conjunto se queda sin holgura y no se mueve.

Si se quiere se puede poner algo en el espacio que queda entre la tapa de DM y la tapa de la caja aunque en realidad no es necesario porque el sistema le confiere la suficiente estabilidad.

A continuación pongo un resumen de los pasos que hemos dado para conseguir el bloque compacto final:

1. Poner tapa inferior de DM ubicando debajo las cintas
2. Disponer dos papeles en forma de cruz
3. Apilar los trozos de papel con su plancha
4. Cerrar las solapas «de la cruz»
5. Colocar la tapa superior de DM
6. Abrochar y apretar las cintas

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De esta manera hemos logrado guardar el puzzle en su caja para tenerlo disponible por si queremos volver a montarlo y conseguir hacerlo en el menor tiempo posible. En resumen, este sistema es práctico, seguro y eficiente. Espero que esta metodología os resulte útil y podáis implementarla fácilmente.

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